Por Maestra Ruth Holtz*
En mi experiencia como psicoterapeuta, he conocido distintos enfoques clínicos para, aquí está la clave, poder afinar mi capacidad para identificar los conflictos que causan malestar, sufrimiento y estancamiento en una persona. La clave radica en comprender que estos enfoques no deben ser utilizados para etiquetar a los consultantes o para verlos únicamente desde un punto de vista teórico o clínico.
La formación profesional de un psicoterapeuta debe capacitarle para desarrollar una mirada, una atención y una forma de abordaje que permitan ver más allá de los síntomas y consecuencias de los problemas del consultante, y llegar a las raíces de sus motivos de consulta. Es esencial contar con una formación amplia, que incluya diversos enfoques y sólidos fundamentos teóricos y clínicos.
En realidad, todo psicoterapeuta debe desarrollar la experiencia para utilizar los distintos enfoques dependiendo de las necesidades, los padecimientos y el sufrimiento de cada persona. Por ejemplo, una persona que habla mucho sobre qué le pasa, que lo tiene todo demasiado analizado y que se expresa con calma, a pesar de contar asuntos muy dolorosos o que generan mucha rabia, nos habla de alguien que necesita conectar con sus emociones, expresar lo que siente sin intelectualizarlo ni invalidarlo con argumentos. Y una vez recobrada la conexión sensible y la apertura a pedir ayuda, contacto y consuelo, pasar a desarmar, analizar y comprender para tomar decisiones.
Por otro lado, si una persona llega a la sesión llorando, enojada y se percibe como víctima de situaciones familiares o de sus relaciones más íntimas, quizá necesite reconocer su propia responsabilidad, comprender y analizar su comportamiento y lo que está buscando al aceptar ser cómplice de esas situaciones.
Estos abordajes están anclados en teorías psicoanalíticas, en conceptos de expresión emocional del enfoque reichiano y en concepciones de la terapia gestalt. La atención adecuada requiere tener en cuenta varios aspectos de la personalidad del consultante y manejarlos guiándose por diversos criterios, incluyendo la propia emotividad del terapeuta como un medidor de dolor y angustia.
Para destacarse como profesional de la salud mental, es fundamental tener la experiencia para manejar los distintos puntos de vista de los diversos enfoques psicoterapéuticos. Las teorías no deben ser usadas para clasificar a las personas ni para decidir que son de una u otra manera, viéndolas únicamente a través del lente de una teoría.
Las teorías deben desarrollar una mentalidad en el profesional, que luego, junto con sus emociones entrenadas, le permita acoger a la persona y brindarle las experiencias y la comprensión que necesita para verse a sí misma. Ser un profesional capacitado implica saber cómo aplicar todos los enfoques que uno ha aprendido. Guiarse por principios científicos es fundamental, al igual que atender a las necesidades de quien consulta.
* Psicoterapeuta. Teléfonos: 312 330 72 54 / 312 154 19 40 Correo: biopsico@yahoo.com.mx
Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.