Sáb. Sep 28th, 2024

ARTÍCULO: Aburrimiento, cansancio y desmotivación en la escuela

Por Redacción Jun25,2024

Por Jenifer Alondra Aboytes Cruz, Nelida Gabriela Lozano Baltazar e Iris Alejandra Torres Pizano*

El estado de la educación en México es preocupante, los desafíos que enfrentan afectan su calidad y equidad. No sólo se presenta insuficiencia en el desempeño estudiantil, sino que también es insuficiente el personal docente (Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, 2012).

El aburrimiento en el ámbito educativo es un fenómeno que no puede ser atribuido de manera puntual a los profesores ni a los estudiantes. La falta de articulación entre el contenido académico que debe abordarse, los intereses y experiencias de los estudiantes pueden llevar a una sensación de desvinculación y desmotivación al no tener todos los mismos propósitos.

Es importante reconocer los desafíos que enfrentan los docentes, como la carga de trabajo, el tiempo que requiere la preparación de cada clase y la presión para cumplir con los estándares curriculares y los crecientes procedimientos burocráticos, ya que pueden dificultar la implementación de métodos de aprendizaje innovadores y personalizados.

Los estudiantes, por su parte, desempeñan un papel fundamental en su propia experiencia educativa. Elementos como la actitud hacia el aprendizaje, el compromiso, la motivación y las habilidades son cruciales para determinar cómo perciben y responden a las actividades académicas. En el caso de que los docentes y estudiantes no logren estos desafíos de manera positiva, surge un fenómeno al que se le denomina “síndrome de Burnout”, el cual explica la desmotivación, desinterés, cansancio y bajo rendimiento académico. Las formas como suele llamársele coloquialmente ilustran su potencial destructivo: síndrome del desgaste o del quemado.

Según Maslach y otros autores, estas consecuencias negativas afectan el bienestar de los estudiantes, destacando la importancia de abordar y disminuir este síndrome y sus efectos para mejorar la experiencia educativa y los resultados académicos.

Para evitar este síndrome en la educación, es necesario un enfoque colaborativo que involucre tanto a los maestros como a los estudiantes. Los maestros deben esforzarse por crear un entorno de aprendizaje dinámico y participativo, empleando una variedad de métodos de enseñanza, con actividades que fomenten el interés y el compromiso de cada uno. Esto puede incluir el uso de tecnología educativa, el aprendizaje basado en proyectos y prácticas.

Los estudiantes deben asumir su responsabilidad académica para beneficiarse de los recursos que los docentes les brindan. Los directores también cumplen otra función primordial: construir comunidades de aprendizaje con sentido humano.

Es igualmente indispensable motivar a los estudiantes para que tomen un rol activo en su propio aprendizaje. Fomentarles la curiosidad, autonomía y reflexión sobre el proceso de aprendizaje puede ayudar a encontrar significado y relevancia en lo que están estudiando. Además, proporcionarles oportunidades para la retroalimentación y el diálogo entre maestros y estudiantes ayuda a identificar y abordar de manera oportuna las causas del aburrimiento y enriquece la educación.

*Estudiantes de cuarto semestre en la licenciatura en Pedagogía de la Universidad de Colima. Artículo escrito en el curso “Formación Ciudadana”, impartido por Juan Carlos Yáñez Velazco.

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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