Mié. Sep 18th, 2024

COLUMNA: Ciencia y futuro

Por Redacción Ago1,2024 #Opinión

La gobernanza en el México del primer cuarto de siglo

Por Doctor Juan González García*

La gobernanza se refiere a la conducción o dirección de la sociedad por el gobierno, con el objetivo de propiciar armonía, estabilidad, crecimiento y desarrollo en todas las esferas y escalas de la población de un país. Dependiendo del tipo de Estado que gobierne, la gobernanza puede ser liberal, democrática, autocrática, tecnocrática, oligárquica o autoritaria. Independientemente del tipo de gobierno, la finalidad de la gobernanza es asegurar la viabilidad de la sociedad a corto, mediano y largo plazo. En este escrito, se analizan algunos de los principales retos que enfrenta la gobernanza nacional en un mundo cada vez más interactivo y complejo. Además de esta introducción, el texto incluye un apartado que analiza la teoría y praxis de la gobernanza, otro que muestra grosso modo cómo se encuentra la gobernanza en México y los desafíos que enfrenta. El texto concluye con una breve síntesis de lo desarrollado.

Concepto y praxis

Aunque no hay un consenso universal sobre el concepto de gobernanza, considero que es la capacidad del Estado para dirigir a la sociedad hacia mayores estadios de desarrollo en diversas formas de organización social, ya sea política, territorial, cultural, filantrópica, económica, antropológica, artística, deportiva, productiva, comercial, científica, tecnológica, etc. En este sentido, se podría hablar de gestión o política pública. Dependiendo del contexto histórico y del entorno interno-externo, la gobernanza puede lograr sus objetivos con mayor o menor facilidad. Dichos contextos suelen ser determinantes para que el gobierno de un país realice una buena o mala gobernanza. También es importante el rol y la participación proactiva o contra reactiva de los principales actores políticos: empresas, organismos, organizaciones, sindicatos y partidos políticos.

En la práctica, la gobernanza se lleva a cabo a través de los arreglos institucionales tanto formales como informales de un país. Si el andamiaje institucional es poco eficiente, los resultados serán poco exitosos; en cambio, si la sociedad es proactiva y abierta al cambio, probablemente favorecerá y estará de acuerdo con las decisiones del gobierno para atender o resolver determinadas necesidades o problemas de la sociedad, anteponiendo siempre el bien común.

Dependiendo de cómo el gobierno actúe ante determinadas situaciones o problemas nacionales e internacionales, logrará empatar la teoría y la praxis de la gobernanza. Ello expresará, asimismo, una gobernanza real, en la que el discurso político que la define, encuentra su alter ego, en la actuación práctica del gobierno. Si aunado a ello, la decisión tomada es la que brinda los mejores resultados a la sociedad, entonces la gobernanza se fortalece y genera mecanismos de auto crecimiento y perfeccionamiento. En el caso contrario, si sólo hay un discurso hueco o poroso, la sociedad se mantendrá distante de dicho discurso.

Vista así, la gobernanza nacional es dinámica y enfrenta 4 principales desafíos o retos: el entorno interno-externo, el contexto histórico, los arreglos institucionales y el rol de los actores político-sociales. Todos ellos suelen conjugarse para hacer que un país tenga una buena o mala gobernanza y logre o no alcanzar sus objetivos coyunturales o estructurales en una perspectiva de largo alcance.

La gobernanza en entredicho en el caso de México

México enfrenta un reto colosal para mantener la gobernanza, debido a que desde la década de 1980 hasta la actualidad no ha sido capaz de propiciar bienestar económico y social a la mayoría de la población. La mayoría no ha experimentado una mejoría en sus condiciones materiales de existencia por casi 2 generaciones. Con un régimen político democrático en constante cambio, un Estado liberal, instituciones formales e informales poco proclives al cambio y un entorno externo e interno complicado por las crisis gemelas, económica y de salud en 2020, la gobernanza está erosionada.

Sin un crecimiento económico suficiente en los últimos años y con una de las mayores tasas de letalidad por Covid-19 a escala internacional (8.9 en 2021), y una vez que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio por terminada la emergencia sanitaria el 5 de mayo de 2023, México enfrenta problemas de inseguridad, desempleo real, pobreza y desigualdad. Las medidas tomadas para contrarrestar los efectos de la doble crisis no han generado los resultados esperados. Ante el lento avance en las condiciones de vida de la población, es probable que se cumplan las proyecciones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional de que el país registrará un crecimiento económico apenas superior al 2% en 2024, a menos que se realicen cambios estructurales en la economía. Urge que, junto con nuevas medidas de política económica a corto plazo, México incluya una visión de desarrollo económico sustentable a largo plazo.

En este sentido, si la gobernanza es eficaz, indudablemente el gobierno tendrá un gran porcentaje de credibilidad de la población, si no lo es, entonces, será cuestionado, independientemente del tipo de régimen de gobierno. Naturalmente que la gobernanza no solo depende de las decisiones y actuación del gobierno y su aparato técnico administrativo sino de las condiciones internas, de los entornos interno-externo, del marco institucional en el que se sustenta su actuación y particularmente de los actores políticos, sociales y económicos involucrados, que hacen exitosa la gobernanza o la llevan al fracaso.

En el caso de México, derivado de un contexto histórico reciente, que distendió la actuación firme del Estado y aplicó políticas neoliberales pro mercado y que recientemente da un giro en la política económica postkeynesiana, la gobernanza no ha sido fácil a grado tal que, en la actualidad se encuentra en entredicho, debido a que los actores y grupos de interés políticos y económico, enfrentan al gobierno y cuestionan sus políticas, estrategias y decisiones en los medios de comunicación y redes sociales. En este sentido, urge que en el país se realice un ejercicio real y no simulado, participativo, en el que gobierno y sociedad, analicen cómo hacer más eficaz la gobernanza, para asegurar la coexistencia pacífica de la sociedad mexicana, que es una, sino es que la mayor urgencia de la sociedad mexicana.

*Profesor investigador de la Facultad de Economía de la Universidad de Colima

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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