El boxeador dominicano Yunior Alcántara Reyes se aseguró medalla en la categoría de 51 kilogramos al vencer a Rafa Lozano Jr en el cuadrilátero del París Arena Norte, dejando fuera al español en sus primeros Juegos Olímpicos.
Con tan solo 19 años, el también conocido como El balín, se enfrentó en un primer momento a un estilo agresivo del dominicano, que parecía sobrepasarle.
Pero el púgil español supo bloquear a tiempo a Alcántara, que no se lo puso fácil con su alta capacidad de esquive y que consiguió retenerle en un par de ocasiones, y se impuso con golpes directos.
En los descansos la euforia del público estuvo latente con gritos de Vamos Rafa y Júnior, lo que pareció darle más energía para desgastar a su adversario a base de crochés y avances contundentes.
La tensión no hizo más que aumentar en los últimos minutos, cuando ambos acabaron por el suelo y en una serie, más de idas que de venidas, de golpes directos por parte del español.
“He hecho mucho por estar aquí y ahora no lo puedo desaprovechar. Son momentos que no se saben si se van a volver a repetir”, declaró Lozano Jr hace 3 días a la prensa antes de saber que el sueño olímpico que le viene de familia estaba cada vez un paso más cerca.
A ese respecto, hoy tras ver que se le escapa quiso añadir: “Estoy bastante triste por el resultado, al final a nadie le gusta perder, pero bueno, hay que mirar los fallos”.
La posibilidad de conquistar la medalla de Oro “si Dios quiere, pues para los siguientes Juegos Olímpicos”, apuntó.
Con todo, Lozano Jr. señaló que no cree que haya perdido y fijó ese criterio después de verse la repetición del combate junto a su entrenador y padre, Rafa Lozano, nada más abandonar el cuadrilátero y antes de su intervención con la prensa.
“Yo pierdo el primer asalto, pero el segundo asalto y el tercero no creo que los haya perdido”, comentó. Es más, detalló El balín, “no sé ni por qué no lo amonestaban (a Alcántara) por no querer boxear”.
En esa misma línea, su padre apuntó que “lo único a lo que se ha dedicado el boxeador dominicano es a moverse, a moverse, a moverse y a no confrontar”, pero “el combate no es quién más defienda”.
Sobre su trabajo, Lozano solo pudo desear al debutante olímpico “que esté tranquilo y que esté feliz, que esté orgulloso de lo que ha hecho” porque “ser quinto del Mundo ahora mismo no lo es todo el Mundo” y “todavía le queda mucho camino”.
El sabor amargo de la derrota confió en que se le pase cuando vuelva a su Córdoba natal.
Agradecido de su paso por París y orgulloso por todo lo que ha luchado por estar aquí, Júnior reconoció que esta es una de las derrotas “más duras” que ha atravesado, aunque se mostró optimista de cara al mundial del próximo año.