La capital francesa, una vez finalizados los Juegos Olímpicos, se prepara para recibir los Paralímpicos desmontando y transformando algunas instalaciones, como en la plaza de la Concordia, mientras en sedes como Roland Garros se va a mantener su función para la nueva cita del 28 de agosto al 8 de septiembre.
La plaza de la Concordia, que fue escenario de deportes urbanos como el breaking durante los Juegos Olímpicos, será el lugar de la ceremonia de apertura de los Paralímpicos, con capacidad para unos 65 mil espectadores.
En el Grand Palais se volverá a celebrar la esgrima en silla de ruedas y el taekwondo, mientras que el Palacio de Versalles se hará la paraequitación.
Por su parte, el estadio bajo la torre Eiffel, que albergó el voleibol playa, se adaptará para el futbol para ciegos, mientras que el Estadio de Francia de Saint Denis seguirá siendo el epicentro de los Paralímpicos para atletismo.
La Arena Porte de la Chapelle mantendrá el bádminton y también acogerá la competencia de halterofilia como novedad mientras el voleibol sentado será en el Centro de Exposiciones de Villepinte, conocido durante los Olímpicos como Arena París Norte, donde tuvieron lugar las competencias de los Juegos de boxeo y el pentatlón moderno.
El tenis en silla de ruedas se mantendrá en Roland Garros y el remo y el piragüismo adaptado en el complejo náutico de Vaires-sur-Marne; La Arena Champs de Mars seguirá siendo el escenario del judo y La Défense el de la natación.
Aunque muchas instalaciones seguirán en uso, se realizarán ajustes en diseño y accesibilidad para adaptarse a las necesidades de los atletas paralímpicos.