Jue. Oct 3rd, 2024

COLUMNA: Mundos y datos

Por Redacción Oct3,2024

De antivacunas, negacionistas y teorías de la conspiración…

Por Julio C. Águila Sánchez, Carmen Castillo Rocha y Ángel R. Vargas Valencia

¿Qué diferencia hay entre ser antivacuna, negacionista o creer en las teorías de la conspiración? ¿Es todo lo mismo? Aunque son conceptos diferentes, suelen estar estrechamente ligados ente sí, como la pandemia de covid-19 ha demostrado. Antivacunas, son quienes están en contra de vacunarse, como su propio vocablo indica. Si embargo, va más allá de eso. También implica ser parte activa de un movimiento que promueve esas ideas. Por el contrario, rechazar una vacuna -por ejemplo, porque tenemos dudas- no nos hace antivacunas, porque tener dudas también es legítimo. El problema está cuando nos negamos a la vacuna sin conocerla, y desestimamos sus beneficios sin considerar que es uno de los grandes avances en materia de salud que han aumentado la esperanza de vida de las últimas generaciones. O sea, hoy vivimos más gracias a que existen las vacunas y tenemos acceso a ellas.

Ahora bien, negacionista se les suele llamar a quienes negaban la existencia del coronavirus. Uno de los alegatos negacionistas más populares fue que no había una pandemia como tal, era todo una exageración de los gobiernos y otros poderes obscuros para someter a la población a sus planes malévolos de manipulación de masas, y como parte de ello se implementaría un chip en cada persona a través de la vacuna. Y es así como se relacionan antivacunas, negacionismo y conspiracionismo. Aquí es importante señalar que estas ideas son minoritarias. El problema está en que alcanzan demasiado eco en las redes sociales.

En un estudio recientemente publicado sobre la página en Facebook No al Nuevo Orden Mundial, se encontró un ecosistema de información cargado de ideas negacionista, antivacunas y conspiracionistas, aunado a ideas conservadoras (antifeministas, anti LGBT+, anticomunistas, pro-cristianas, entre otras) y a discursos de odio, como se puede ver en la Figura 1. El hecho de que estos contenidos circulen en Facebook pone en tela de juicio el supuesto sistema de censura de dicha red social para combatir la desinformación, ya que circulan contenidos descontextualizados o incluso completamente falsos.

Los espacios de divulgación de estas ideas no suelen ser espacios propicios para el debate. Por ejemplo, de las publicaciones analizadas, ninguna contradijo las ideas antivacunas, negacionistas o conspiracionistas que compartían. Es probable que alguien haya publicado algo así, pero que los administradores lo hayan eliminado por ir en contra de las ideas de la página. Dicha situación demuestra que en los ecosistemas de desinformación no se dan espacios para debatir sobre estos temas, y que terminan siendo terriblemente adoctrinadores. Sin embargo, en la página sí se critica a las agencias de verificación, cuyo objetivo es corroborar información y desmentirla. En cambio, en estas publicaciones se presentan como mecanismos de censura que no dejan florecer versiones alternativas de la pandemia.

En resumen, este tipo de página busca divulgar sus ideas antivacunas, negacionistas y conspiracionistas, para lo cual tienen que recurrir a la desinformación. Los resultados de este estudio sirven para elaborar futuras acciones de educación y comunicación en salud que trate estos temas, con el fin de incidir sobre la propagación de estas ideas. Eso demanda el esclarecimiento de estas doctrinas, así como dar herramientas a los usuarios de redes sociales para discutir sobre ellas. Los resultados de esta investigación fueron publicados en la revista arbitrada Information Research en acceso abierto, y pueden ser consultados en el siguiente enlace: https://doi.org/10.47989/ir293693

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

Autor

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *