Arrancan las nuevas alcaldías
Por Rogelio Guedea
Este pasado 15 de octubre rindieron protesta los nuevos alcaldes de nuestros 10 municipios, algunos de los cuales repitieron (como Tey Gutiérrez en Villa de Álvarez o Alejandro Mancilla en Minatitlán). Como siempre, estos nuevos alcaldes estarán marcados por la elección a la gubernatura de 2027 y, por más que quieran librarse de este objetivo, nadie creerá que no estarán trabajando en pos de ello. El asunto es que los retos son mayúsculos: la violencia lo ha permeado todo y esto, además de muerte y dolor, también ha ocasionado una crisis económica en inversiones, actividades empresariales y hasta apertura turística. Por otro lado, las pandemias en el tema de la salud y el desempleo generan malestar e incertidumbre y si las nuevas administraciones municipales no generan condiciones mínimas de bienestar, entonces la sociedad habrá de cobrarles la factura en los próximos comicios. La situación política del país tiene a la vista una tendencia clara: el gobierno federal es morenista y el gobierno estatal colimense también, así que esto les da ventaja a los alcaldes municipales morenistas, en especial a los de aquellos municipios más grandes, como Tecomán o Manzanillo. Considerando la cercanía existente entre la gobernadora y la alcaldesa de Manzanillo, Rosi Bayardo, a este día se impone esta última como la carta más fuerte para la contienda de 2027, salvo que cometa errores garrafales en su gestión. Por parte de la oposición, ¿quiénes son los más visibles competidores? Sin duda el panista Riult Rivera, actual alcalde de Colima, y la priista Tey Gutiérrez, de Villa de Álvarez. Sin embargo, espérenme un poquito, y esta es la primera vez que lo digo: no debería descartarse la figura del Rector de nuestra Máxima Casa de Estudios, Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, un perfil que cumple con todos los requisitos para ser un gobernador de primera línea, dado su carisma y liderazgo, pero todavía (y lo digo sinceramente) no logro ubicarlo en una vertiente política que sea la adecuada para su potencial electoral, a menos que se creara un cónclave especial para ese proyecto específico. Aparte de estas figuras no veo en realidad mucho más que pueda cambiar para el 2027. Todo parece que dependerá del trabajo que hagan Claudia Sheinbaum (en sus primeros 3 años de Gobierno) e Indira Vizcaíno (en sus últimos 3) y de las áreas de oportunidad que sepan aprovechar con genuina inteligencia los alcaldes más posicionados en su quehacer cotidiano en beneficio de la población que gobiernan.
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