Sáb. Dic 7th, 2024

COLUMNA: Ciencia y Futuro

Por Redacción Nov28,2024 #Opinión

Uso de harina de lombrices como fuente de alimentación animal

Por Doctor Omar Francisco Prado Rebolledo*

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la población mundial aumentará casi 2 mil millones de personas en los próximos 30 años, con un estimado de 8 mil millones actuales, así que en el 2050 se incrementará a 9,700 millones, y se proyecta un pico de 10,400 millones para el 2080. Quizá para entonces no estaremos, pero una de las preocupaciones en los sistemas de producción, es el abasto de insumos para alimentar a todas las especies productivas de alimento para la población humana.

En la dieta de los animales de abasto, el ingrediente más costoso es la proteína, la cual está formada por 20 aminoácidos, algunos de ellos son esenciales y no se sintetizan por el propio cuerpo, por lo que deben proveerse de fuentes externas al organismo a través de la dieta, para asegurar un crecimiento óptimo de los animales. Los ingredientes de las dietas ricas en fuentes de proteínas son la harina de soya y harina de pescado, principalmente, cuyo valor proteico va de 49-56% y 61-77%, respectivamente, lo que los hace valiosos en la alimentación. La producción de soya está relacionada con la deforestación de especies nativas para la siembra de soya, lo que produce erosión del suelo, incremento de sustancias nutritivas en lagos y embalses(eutrofización), el uso excesivo de pesticidas, pérdida de biodiversidad y la enorme huella de carbono que dejan estos cultivos.

Aunado a ello está la creciente demanda sobre los recursos disponibles que generan un reto para la producción de alimentos usados en las dietas de las especies pecuarias, lo cual propicia la necesidad de una búsqueda alternativa y sostenible de fuentes de proteína diversa para evitar problemas de altos costos y desabasto de fuentes de proteínas. De las principales alternativas de proteína que se tienen son el uso de varios insectos, algas y otros invertebrados para la alimentación de los animales.

A la fecha se ha prestado poca atención al uso de lombrices frescas o harina de lombrices que derivan de la composta (vermicomposta) como fuente proteica para la alimentación de los animales. El contenido de proteína bruta de los insectos y de las lombrices oscila entre el 30% y 70% en base a materia seca, lo que la hace similar o superior al contenido de proteína bruta de la harina de soya y harina de pescado. La capacidad de la cría de lombrices a partir de desechos, así como la gran eficiencia del espacio y gran cantidad de lombrices que pueden procesarse posteriormente pueden compensar la diferencia en el contenido de proteínas en comparación con las fuentes convencionales de proteína para la alimentación animal. 

Algunas especies de lombrices son detritívoras (que se alimentan de materia orgánica en descomposición), pueden crecer en cualquier sustrato incluido las excretas de animales de producción (aves, cerdos y ganado) y otros desechos, lo cual reduce la contaminación por las excretas, residuos orgánicos y la huella ambiental. Si estas excretas son utilizadas en forma fresca como fertilizante de suelos, se corre el riesgo de que no sean lo suficiente bioestables lo que puede afectar el crecimiento de material vegetativo debido a la falta de nitrógeno y producción de metabolitos tóxicos.

En países europeos como Austria y Holanda, se implementó el sistema de gestión de energía como de residuos, lo que avanza hacia el reciclado debido a la escasez de tierra y el valor agregado de los residuos por lo cual usan el concepto de “cero residuos” dando énfasis a la sustentabilidad y sostenibilidad para satisfacer las necesidades de la generación actual sin el compromiso de capacidad de las generaciones futuras para que puedan satisfacer sus propias demandas.

El vermicompostaje se puede considerar una alternativa ecológica viable para convertir las excretas en abono orgánico, ya que las lombrices de tierra son consideradas las especialistas de estos hábitats; proporcionan una amplia gama de funciones y servicios a los ecosistemas, las cuales dependen de la biomasa. Con el uso de lombrices de tierra, los desechos orgánicos y subproductos generados por las actividades ganaderas pueden valorizarse y convertirse en un recurso para la alimentación animal, lo cual reduce el uso de proteínas tradicionales de alto impacto y al mismo reduce los costos de producción.

El Cuerpo Académico #11 de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Colima, tiene como línea de generación y aplicación del conocimiento (LGAC), realizar protocolos de investigación con el uso de la harina de lombriz en la alimentación de especies de producción avícola, que ayuden a reducir la huella de carbono y mejoren la sustentabilidad.

*Profesor-Investigador de Tiempo Completo de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Colima y miembro del Cuerpo Académico #11: Sistemas de Producción Pecuario

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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