Diálogos con jóvenes estudiantes universitarias feministas
Por Doctora Karla Kae Kral**
Hay que escuchar a las voces de las estudiantes universitarias colimenses. A través de sus experiencias y vivencias en la universidad, nos muestran facetas de la vida cotidiana institucional, que generalmente son tan invisibles y normalizadas que no son percatadas por la comunidad universitaria. Como feminista académica perteneciente a la Generación X, tengo un interés especial en dialogar con jóvenes feministas y comprender de manera profunda sus sentires y sus acciones frente a situaciones de discriminación y violencia de género en sus trayectorias educativas. En el marco de proyectos individuales y colectivos, desde 2020 se realizaron entrevistas, conversaciones informales y talleres buscando un diálogo intergeneracional con jóvenes feministas (egresadas y estudiantes de la Universidad de Colima). Además, se hizo un seguimiento sistemático de publicaciones de las colectivas feministas colimenses en las redes sociales. ¿Qué nos dicen las estudiantes?
Es importante señalar que estos estudios se desarrollaron en distintas etapas institucionales, por ende, es necesario tomar en cuenta los avances en materia de igualdad de género y prevención/atención de la violencia de género, particularmente la publicación del Protocolo para la atención integral de la violencia de género en la Universidad de Colima (diciembre de 2019); el pronunciamiento de Cero Tolerancia ante situaciones de violencia contra las mujeres (noviembre de 2021) y la formación de la Unidad para la Atención a la Discriminación y la Violencia de Género (diciembre 2021). No obstante, el activismo y las denuncias públicas de las estudiantes universitarias ya son parte de la dinámica institucional. Así que se intenta resaltar la percepción, los reclamos y las demandas de las jóvenes feministas, reconociendo que sí hay mecanismos institucionales significativos.
Entre 2020 y 2023 hubo 20 manifestaciones principales, incluyendo: carteles y mantas en planteles y espacios públicos del centro; tendederos en planteles; campañas y denuncias en las redes sociales; pintas con gis; pinturas en obras artísticas y el performance de “Un violador en tu camino”. Las personas denunciadas son principalmente maestros y compañeros hombres. El acoso sexual, el hostigamiento, la violencia digital, la violencia psicológica y la violencia simbólica son los tipos de violencia mayormente denunciadas.
Un punto fundamental que las jóvenes destacan en sus denuncias es el hecho de no sentir seguras en los espacios universitarios, una sensación expresado con el hashtag recurrente, #UdCNoMeCuida. El acercamiento con las estudiantes revela hechos importantes al respecto. Por ejemplo, han vivido algún tipo de violencia de género en salón de clases, cubículos de profesores, laboratorios, cafeterías, baños, polideportivos, estacionamientos y paradas del autobús. Es decir, casi en ningún espacio universitario hay una noción de seguridad para las alumnas. En este sentido, se puede reconocer que la vida universitaria y la cultura institucional están estructuradas a partir de un sexismo cotidiano y una violencia simbólica de género presente de manera constante, ya que, al describir su experiencia, las estudiantes explican cómo enfrentan actitudes y comportamientos por parte de maestros y profesores que minimizan sus capacidades y habilidades intelectuales; hacen burla de sus intervenciones en clase; hacen bromas y comentarios sobre su vida sexual o amorosa y hacen piropos no deseados en relación con su apariencia.
Tanto antes como después de contar con el Protocolo, las alumnas exigen mayor protección y actuación por parte de las autoridades universitarias; sentimiento reflejado en hashtags como #UdCEncubreAcosadores y lemas que se refieren a una impunidad (“¡80 años de impunidad!”). Cabe mencionar que hay datos sobre diversas sanciones que la Universidad de Colima ha implementado en relación con las denuncias formales presentadas, incluyendo rescisión de la relación laboral de profesores, suspensión temporal o baja definitiva de estudiantes y procesos de reeducación para las personas agresoras.
Una petición notable por parte de las jóvenes feministas es el establecimiento de un diálogo entre las colectivas y las autoridades universitarias, en las palabras de una joven activista: “un diálogo auténtico desde una posición de humildad… Tiene que haber este diálogo con los movimientos feministas de la entidad… para tener un diálogo constructivo”. De cierta forma se puede decir que este diálogo se ha dado con algunas feministas académicas y por medio de talleres y otras actividades para la comunidad estudiantil ofrecidas desde el Centro Universitario para la Igualdad y los Estudios de Género (CUPIEG). Sin duda, es un área a seguir fomentando.
La relación entre las jóvenes activistas y las feministas de otras generaciones es compleja. Por un lado, se reconoce que hay distintas visiones y formas de organizar y actuar entre las distintas generaciones. Por otro, hay un reconocimiento de las trayectorias y los logros de las feministas mayores, en este caso, de las feministas académicas, quienes han tenido un papel significativo en introducir el feminismo y la perspectiva de género en las universidades. Ambas partes acuerden que hay una confluencia entre los diferentes momentos del activismo feminista, pues los logros actuales no son posibles sin las acciones encaminadas durante los últimos 30 años del feminismo académico en la Universidad de Colima. Según una de las jóvenes activistas entrevistadas, las feministas académicas abrieron el espacio para ellas, pero al mismo tiempo las jóvenes activistas facilitaron condiciones para que las feministas académicas fueron escuchadas con más atención dentro de la institución.
Al escuchar a nuestras alumnas nos damos cuenta de la necesidad de seguir sumando fuerzas para reconocer las desigualdades y las violencias de género y, aún más importante, comprometerse para su erradicación. Que el diálogo continúe.
*El presente texto tiene publicaciones como la siguiente:
“Devenires feministas en Colima (1978-2021)” (con Aimé Tapia y Florentina Preciado). (2023). En: Ana Lau Jaiven y Maricruz Gómez López, coords., Espacios de transformación y cambio. Historia de los movimientos feministas en México (pp. 53-82), UAM y Fides. ISBN UAM X: 978-607-28-2719-6; ISBN Fides Ediciones: 978-607-59431-1-4. https://casadelibrosabiertos.uam.mx/gpd-espacios-de-transformacion-y-cambio-historia-de-los-movimientos-feministas-en-mexico.html
**Profesora-investigadora de tiempo completo, Universidad de Colima, Facultad de Pedagogía. Docente en la Licenciatura en Pedagogía y la Maestría en Innovación Educativa. kkral@ucol.mx
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