Receta Secreta, Comida Rápida y Transparencia
Por Gilberto A. Olmos Torres
¿Alguna vez se han preguntado de dónde se obtiene la carne de su Big Mac? Bueno, si están en Shanghái, ahora pueden saber exactamente de dónde proviene.
Así inició una noticia de la agencia CNN Expansión, hace algunos años, derivado de que Reguladores Chinos ordenaron a algunas cadenas de comida rápida que revelaran los nombres de sus proveedores, a raíz de un gran escándalo de seguridad alimentaria que sacudió la confianza del consumidor en ese país. De acuerdo con un comunicado gubernamental, McDonald’s, Burger King, Carl’s Jr., Papa John’s, KFC y Pizza Hut están obligados a enumerar las empresas que abastecen a sus restaurantes en Shanghái.
Continúo con la nota: la mayoría de las cadenas ya han publicado los datos solicitados en sus sitios web, desglosando dónde compran artículos como panes de hamburguesa y aceite de cocina. Las revelaciones poco ortodoxas podrían calmar los temores de los consumidores después de que una cadena de televisión china transmitiera en julio imágenes que mostraban a trabajadores de una planta de la empresa Shanghái Husi manipulando carne contaminada con las manos desnudas.
Las autoridades de ese país investigaron las acusaciones, y posteriormente cerraron la planta. McDonald’s suspendió la obtención de productos provenientes de plantas de OSI. La unidad japonesa de McDonald’s también espera que las ventas se vean afectadas, y ha publicado su lista de proveedores para asegurar a los clientes que sus productos son seguros. Hasta ahí la noticia.
Lo anterior nos obliga a reflexionar sobre la importancia de saber determinados asuntos que, como en este caso, se trata de Salud Pública. La conclusión es clara. La autoridad debe informar el resultado de los estudios de calidad que realizan a diferentes comercios, así como los controles que establecen.
En la actualidad, como consumidores, sólo tenemos la información que reporta la Procuraduría de la Defensa del Consumidor, la Profeco, que es de suma utilidad. Pero el asunto está en manos también de las instancias gubernamentales que cuidan la salud pública, con regulaciones para garantizar que los productos que consumimos tienen los estándares de calidad que los hacen propicios para el consumo.
Para eso es la transparencia y el derecho de acceso a la información pública, para generar canales de comunicación entre la autoridad y la población. El tema también ofrece la oportunidad de interpretar adecuadamente la utilidad de la transparencia, finalmente hablamos de algo que a todos y todas importa y debemos cuidar: nuestra salud.
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