En el marco de las Jornadas Académicas 2025, la Universidad de Colima (UdeC) nos invita, tras la conferencia de María Luisa Zorrilla Abascal, a reflexionar sobre un tema crucial: el papel de las y los docentes en un Mundo donde la inteligencia artificial (IA) está transformando los entornos educativos. La experta planteó un panorama que trasciende la integración de herramientas tecnológicas y nos confronta con una responsabilidad urgente: alfabetizarnos en inteligencia artificial para guiar a las nuevas generaciones en su uso ético, crítico y responsable.
La afirmación de Zorrilla Abascal de que “nadie puede dar lo que no tiene” resuena como un llamado directo a las y los profesores, quienes, además de ser depositarios de conocimientos disciplinares, deben convertirse en facilitadores de aprendizajes significativos en entornos híbridos y digitales. El docente ya no es solo un transmisor de saberes, sino un guía en el manejo de herramientas que reconfiguran la forma de aprender, pensar y construir.
En ese contexto, la alfabetización en inteligencia artificial no es solo un imperativo técnico, sino ético y humano. La IA está cada vez más presente en nuestras vidas, desde la generación de contenido hasta la toma de decisiones en múltiples ámbitos. Prohibir su uso, como lo señaló la ponente, no es una opción viable; por el contrario, corresponde a los educadores encauzar el aprendizaje para que los estudiantes comprendan las implicaciones legales, éticas y ambientales de estas tecnologías.
Además, María Luisa Zorrilla Abascal subrayó una cuestión fundamental: la educación no puede centrarse exclusivamente en lo digital, olvidando lo material y presencial. Como se destacó, las modalidades híbridas, el aprendizaje invertido y la flexibilidad en los entornos de enseñanza plantean nuevos desafíos que requieren un equilibrio entre la teoría y la práctica, entre lo humano y lo tecnológico.
El reto es enorme, pero no insuperable. La capacitación constante, el cuestionamiento crítico y la adaptación a las nuevas herramientas son los pasos que las y los docentes deben dar para mantener su relevancia en este entorno en constante cambio. En ese camino, la Universidad de Colima tiene una oportunidad invaluable: convertirse en un referente en la formación de docentes preparados para esta nueva era.
