La reciente entrega de nombramientos por parte del Rector de la Universidad de Colima (UdeC), Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, es un acto administrativo, protocolario y un momento de trascendencia para la comunidad universitaria.
Ese evento, realizado en el Campus Central, marca el inicio de un nuevo capítulo en la vida institucional, en el que la continuidad y el compromiso se entrelazan con el desafío de consolidar los logros alcanzados y proyectar a nuestra Máxima Casa de Estudios hacia un futuro de innovación y excelencia.
El Rector, al asumir su segundo periodo, ha reafirmado su confianza en un equipo diverso y comprometido que tendrá la misión de llevar adelante las metas establecidas en el Programa de Gobierno Universitario. Ese documento, descrito como la “hoja de ruta” para los próximos 4 años, es un pacto colectivo que exige a cada uno de los funcionarios y funcionarias, responsabilidad, sensibilidad y visión de futuro.
Es digno de destacar el llamado del Rector a colocar a los estudiantes en el centro de todos los esfuerzos, recordando que la esencia de la UdeC radica en la formación de las nuevas generaciones. Incluso para quienes desempeñan funciones alejadas del aula, esa directriz subraya el sentido humanista que debe guiar las acciones de la institución.
Por otra parte, la invitación a ejercer un liderazgo sensible y humano, sin perder la firmeza en la toma de decisiones, refleja una comprensión profunda de las complejidades del entorno actual. Vivimos tiempos que demandan no solo competencia técnica, sino también empatía y capacidad de adaptación, valores que deberán permear en cada nivel de la administración universitaria.
La Universidad de Colima se encuentra en un momento histórico, donde los retos internos y externos exigen de su comunidad universitaria unidad, creatividad e innovación.
