Por Valeria Brust Tintos
Las compras compulsivas son un fenómeno más común en nuestra sociedad de lo que pensamos, porque el consumo se ha convertido en parte esencial de la vida cotidiana. No obstante, esta conducta tiene detrás factores psicológicos que impulsan a las personas a gastar de manera descontrolada o compulsiva, muchas de las veces sin necesidad real. En este artículo, exploraremos causas, consecuencias, efectos y posibles estrategias para manejar este comportamiento desde una perspectiva psicológica.
Las adicciones a las compras pueden estar influenciadas por el refuerzo que produce la adquisición de un nuevo producto. Ese acto genera una sensación que la mayoría de las veces es de placer y bienestar momentáneo, debido a la liberación de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que desata placer y relajación. Sin embargo, el efecto es pasajero y puede producir un ciclo en el que la persona cree que necesita comprar repetidamente para mantener dichas sensaciones.
Otro factor importante es emocional. Muchas personas recurren a las compras para afrontar situaciones de estrés, ansiedad o tristeza. La adquisición de bienes materiales se convierte en un escape para evitar emociones negativas, lo que puede derivar en un patrón de conducta inadecuado.
El acto de comprar algunas veces parece inofensivo, pero las compras compulsivas pueden tener efectos negativos en lo personal y social. Además, el impacto financiero es significativo, ya que se acumulan deudas o se utiliza el dinero destinado a necesidades básicas en compras innecesarias. Este tipo de comportamiento puedes generar problemas económicos graves y afecta la estabilidad financiera del individuo y su familia.
Emocionalmente, el ciclo de compras puede generar sentimientos de culpa y frustración; las personas compulsivas experimentan remordimientos después de realizar las adquisiciones, lo que ocasiona problemas de autoestima e insatisfacción constante.
Existen muchas estrategias que ayudan a manejar el comportamientos compulsivo de las compras. Una de las principales es el autoconocimiento y la identificación de los desencadenantes emocionales, llevar un pequeño registro de las compras y reflexionar sobre las razones detrás de cada adquisición. Hacerlo es un paso para empezar a tomar conciencia del problema.
Otra estrategia eficaz es elaborar un presupuesto y apegarse a él. Definir límites financieros y priorizar los gastos esenciales ayudará a evitar las compras compulsivas. Igualmente, practicar el “tiempo de espera” antes de realizar cualquier compra permitirá evaluar si realmente es necesario o solamente un impulso. Finalmente, si el caso es mucho más severo, buscar ayuda de un profesional también puede ser una solución efectiva.
Las compras compulsivas son un fenómeno complejo que involucra muchos factores psicológicos, emocionales y sociales; aunque pueden parecer inofensivas, la mayoría de las veces sus consecuencias pueden ser significativas a nivel financiero y emocional. Comprender las causas de este comportamiento y, sobre todo, aplicar la estrategia que mejor convenga, puede ser clave para mejorar el bienestar personal y evitar problemas económicos a futuro.
La educación financiera y tener una relación saludable con el consumo son aspectos esenciales para prevenir la compra compulsiva, así como fomentar una actitud más consciente frente al dinero y los bienes materiales.
Referencias
- Argentina, F. (2022, 29 noviembre). Qué hay detrás de las compras compulsivas, según la psicología. Forbes Argentina. https://www.forbesargentina.com/innovacion/que-hay-detras-compras-compulsivas-psicologia-n25611
- Padilla,J.(2024).El trastorno de las compras compulsivas. LaMenteEsMaravillosa.https://lamenteesmaravillosa.com/trastorno-de-compras-comulsivas/
*Valeria Brust Tintos es estudiante de la licenciatura en Pedagogía en la Universidad de Colima.
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