Vie. Dic 5th, 2025

COLUMNA: Cotidianas

Por Redacción Jun4,2025

La fiesta y la risa

Por Jorge Vega

Algunos de mis amigos dicen que este domingo primero de junio hubo una fiesta en todo México, la fiesta de la democracia. Por más que me asomé a la calle, a los noticieros, a las redes sociales, no vi colores ni música de fiesta. Lo que vi fue un salto hacia atrás, al PRI de finales de los 70 y principios de los ochenta.

Viví esos años, ese país, ese PRI-gobierno que controlaba los tres poderes de la federación y que vigilaba, cooptaba y difamaba a quien se atrevía a criticarlo. Era un PRI que aseguraba hablar en nombre del pueblo.

Esta fiesta me hizo pensar en José Agustín, en su necesaria trilogía de la Tragicomedia mexicana, donde aborda esa vieja idea de que quien no conoce la historia está condenado a repetirla, pero que en el caso de México no se repite como tragedia, sino como tragicomedia. Repetimos la historia con tintes de farsa, de absurdo, de simulación e ironía.

Como si ya hubiera vivido este domingo, José Agustín decía que aquí repetimos la historia con una rara mezcla de drama, parodia y resignación festiva. En un mismo día fuimos de lo trágico a lo cómico y de lo grotesco a lo absurdo. 

Volví a escuchar las viejas consignas priistas de la verdad única, de que los políticos beneficiados ahora por el poder hablan el lenguaje del pueblo y que quienes no piensan igual a ellos y ellas son gente de la derecha, corrupta, maiceada y pagada por el capitalismo internacional.

Tenemos la memoria corta. No aprendemos de nuestros errores, como hubiera dicho José Agustín, porque preferimos olvidarlos o burlarnos de ellos.

Dice Rubén Pérez Anguiano que “la democracia, la que vale la pena, sigue muy lejos de nuestros propósitos colectivos. Ya deberíamos tenerla a la vista, después de muchos años de insistir en ella, pero entre nosotros es más fácil retroceder que avanzar”.

Si se impone desde el poder, si se exige rezar y luchar por ella desde el poder, si se presume como un acto de fe desde el poder, ¿sigue llamándose democracia?

Más que la alegría de la fiesta, lo que sentí fue la infinita tristeza de quien luego de estar subiendo una montaña descubre que ha estado caminando en círculos. Un síntoma claro de que está regresando la dictadura perfecta no es sólo que la misma gente que antes estaba en el PRI ahora grita y exige desde Morena, sino que lo primero que se pierde es la autocrítica, la discusión profunda, el sentido de comunidad y sobre todo la risa. No la burla, la risa.

En la novela El nombre de la rosa, Umberto Eco habla de un libro prohibido, el Segundo Libro de la Poética de Aristóteles, dedicado a la comedia y a la risa, que tiene un papel central en la historia, ya que uno de los personajes principales considera que la risa es peligrosa porque “mata el miedo, y sin miedo no puede haber fe. Sin miedo al diablo, ya no hay necesidad de Dios”.

Y ahora, este domingo, el partido en el poder se llena de orgullo y seriedad parado encima de un ladrillo que representa apenas el 13% de los votantes.

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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