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COLUMNA: Viernes de branding, marketing, publicidad y relaciones públicas con perspectiva de género*

Por Redacción Jun13,2025 #Opinión

Papás con estilo propio: Cómo el Día del Padre puede reinventar el marketing con propósito

Por Alma Ruth Rebolledo Mendoza**

En el calendario comercial, junio suele estar reservado para campañas que celebran a los papás. Sin embargo, más allá del combo de herramientas, perfumes de último minuto, el Día del Padre representa una oportunidad estratégica para resignificar el vínculo entre marcas y el consumo desde un enfoque emocional, auténtico y culturalmente relevante.

Durante décadas, la publicidad colocó al padre en un papel secundario o limitado a estereotipos que ya no reflejan la realidad. Era común verlo como una figura torpe, desconectada emocionalmente o restringida al rol de proveedor económico. Hoy, los modelos familiares han cambiado, y también lo han hecho las expectativas sociales. Existen padres solteros, adoptivos, padrastros dedicados y familias homoparentales donde los hombres crían con afecto y compromiso. Ignorar estas realidades implica perder una valiosa oportunidad de generar conexiones auténticas con las audiencias.

En ese contexto, el mercado exige algo más: relatos que representen a los padres tal como son. Hombres sensibles, participativos y emocionalmente presentes. Padres que educan, cuidan, acompañan y construyen vínculos desde el cariño, sin importar el tipo de familia que integren. Reconocer esa diversidad no solo enriquece las narrativas publicitarias, también fortalece el branding de las marcas que apuestan por una comunicación honesta y cercana.

Desde la perspectiva del branding, el Día del Padre puede convertirse en una fecha clave para renovar el significado de los valores de marca. Asociarse con la ternura, el cuidado o la corresponsabilidad no es un terreno exclusivo del Día de la Madre. Incluir a los hombres en el discurso del afecto, sin temor a romper con moldes tradicionales, posiciona a las marcas como emocionalmente inteligentes y culturalmente sensibles. Se trata de ampliar la conversación, no de sustituirla.

El marketing emocional también cumple un papel crucial. En lugar de promover productos típicamente masculinos, muchas marcas apuestan por campañas que celebran momentos cotidianos: leer un cuento a sus infantes, cocinar en familia, escuchar con paciencia o simplemente estar presentes. Esos detalles cargados de significado son los que construyen memorias y, con ellas, una relación duradera entre marca y el consumo.

En publicidad, comienza a notarse un cambio hacia representaciones más humanas. Cada vez es más común ver padres que educan con respeto, que expresan sus emociones o que hablan abiertamente de salud mental. Estas imágenes rompen con el modelo rígido de masculinidad y promueven formas de paternidad más saludables. Lo mejor es que estos mensajes conectan con un público que valora lo auténtico.

Las relaciones públicas también ofrecen un campo fértil para fortalecer estas narrativas. El Día del Padre puede ir más allá de la venta. Las marcas tienen la oportunidad de impulsar foros sobre paternidad activa, colaborar con organizaciones sociales, lanzar campañas de concientización o mostrar historias reales de colaboradores que son padres. Estas acciones, cuando se integran con coherencia en la estrategia de comunicación, elevan la reputación institucional y crean cercanía con la comunidad.

Todo esto adquiere más fuerza cuando se incorpora una perspectiva de género. Romper con estereotipos como el del “papá proveedor ausente” o el del “hombre que no siente” no es solo una opción creativa: es un acto de responsabilidad social. Comunicar nuevas masculinidades, visibilizar la diversidad familiar y promover la corresponsabilidad no solo es justo, también es estratégico. Las marcas que lo entienden logran conectar con emociones y valores contemporáneos.

Al final, no se trata de excluir lo masculino, sino de enriquecer su significado. ¿Qué tipo de padre queremos mostrar en nuestras campañas? ¿Cómo influimos en la percepción infantil del rol paterno? ¿Qué vínculos familiares queremos normalizar en los medios? Las marcas que se formulan estas preguntas avanzan con coherencia hacia un nuevo paradigma.

El Día del Padre no debe ser solo una fecha más en el calendario. Es una oportunidad para contar historias reales, justas y necesarias. Las marcas que se salen del guion tradicional no solo ganan espacio en el mercado, también ayudan a transformar la cultura. Y en un entorno donde lo auténtico es lo que más vende, eso es una inversión que vale la pena.

*Esta columna es desarrollada por integrantes del UCOL-CA59 La mercadotecnia y su relación con las ciencias sociales, adscrito a la Facultad de Mercadotecnia de la Universidad de Colima.

**PTC – Facultad de Mercadotecnia – SNII Candidato

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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