Hongos contra la mosquita blanca: una solución natural para proteger el jitomate en Colima
Por Juan Carlos Sánchez Rangel*
En los campos de jitomate de Colima se desarrolla una batalla silenciosa bajo el sol. La mosquita blanca (Bemisia tabaci), un insecto diminuto pero devastador, el cual, representa una amenaza constante para la producción de este importante cultivo. Esto debido a que la mosquita blanca no solo succiona la savia de las plantas de dicha hortaliza, sino también de otras especies vegetales de gran relevancia económica; además transmite virus capaces de arruinar por completo las cosechas. Hasta ahora, la estrategia más común de las y de los agricultores es la aplicación de insecticidas químicos, pero éstos presentan múltiples desventajas: afectan la salud de quienes los aplican, contaminan el medio ambiente y, con el tiempo, pierden efectividad debido a la resistencia que desarrollan los insectos para ser combatidos con el agente químico.
Sin embargo, en el Laboratorio de Control Biológico I, perteneciente a la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (FCBA) de la Universidad de Colima, se estudian hongos que actúan como “soldados naturales” contra esta plaga con el objetivo de proteger las plantas de jitomate. Una alternativa más amigable con el entorno, con respecto a los productos químicos, es el empleo de hongos entomopatógenos, es decir, aquellos que son capaces de infectar y matar insectos. El proceso mediante el cual actúan estos hongos es fascinante; sus esporas se adhieren a la cutícula o exoesqueleto del insecto y una vez allí unido producen compuestos que perforan dicha cubierta, lo que permite al hongo penetrar y alimentarse de los nutrientes internos del cuerpo del insecto. Entre 3 y 5 días después de la infección, el insecto fallece y queda recubierto por un micelio blanco y algodonoso que es el hongo en su etapa reproductora que genera millones de nuevas esporas, dispuestas a dispersarse y continuar el ciclo de control biológico.
En la colección de hongos de la FCBA se encuentran depositadas más de 600 variedades diferentes de hongos del género Beauveria, también llamadas cepas, las cuales tienen potencial para combatir diversos insectos plaga que afectan cultivos económicos en la región agrícola de Tecomán, incluyendo aquellas cepas que combaten a la mosquita blanca. Entre estas cepas, se seleccionaron dos específicamente: Beauveria bassiana y Beauveria brongniartii, con el propósito de evaluar su eficacia en el control de B. tabaci. Para ello, se llevó a cabo un experimento en el laboratorio —también conocido como estudio in vitro—, en el cual se utilizaron hojas de jitomate infestadas con insectos juveniles de mosquita blanca o ninfas, así como hojas sanas (sin presencia de insectos). Estas hojas fueron sumergidas en una suspensión de esporas de hongos con una concentración de 10 millones de conidios (estructuras de reproducción asexual de los hongos) por mililitro y posteriormente fueron colocadas en cajas Petri con medio de cultivo.
Los resultados del ensayo mostraron que ambas especies de hongos lograron eliminar el 100% de las ninfas analizadas a los 8 días de haberse realizado la inoculación. Este hallazgo representa una alternativa prometedora para el control biológico de la mosquita blanca en la región de Colima, promoviendo una agricultura más sostenible y saludable para las futuras generaciones.
Esta investigación fue realizada por una estudiante del programa educativo de Ingeniero Agrónomo como parte de la asignatura de Seminario de Investigación. Los resultados obtenidos fueron presentados en el Congreso Internacional en Ciencias Agropecuarias, Químico Biológicas y Económico Administrativas, celebrado del 20 al 23 de mayo de 2024, donde recibió el tercer lugar en la categoría de póster de investigación, con el título Beauveria bassiana y Beauveria brongniartii y su actividad patogénica sobre Bemisia tabaci en plantas de tomate (Solanum lycopersicum L.) in vitro.
Además de este trabajo, en el Laboratorio de Control Biológico se desarrollan otras investigaciones orientadas al aislamiento de hongos que causan diversas enfermedades en plantas; una vez aislados e identificados estos hongos patógenos, se les confronta con hongos benéficos como Beauveria o Metarhizium, con el fin de explorar una alternativa viable al uso de productos químicos en el control de enfermedades agrícolas. Asimismo, se evalúa si estos hongos benéficos pueden ayudar a las plantas a responder de manera más eficiente ante condiciones ambientales adversas, tales como altas temperaturas, escasez de agua y la presencia de alta salinidad en el suelo.
*Profesor e investigador responsable del Laboratorio de Control Biológico I, adscrito a la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Campus Tecomán de la Universidad de Colima. Imparte clases en los programas educativos de Licenciado en Biología, Ingeniero Agrónomo y en la Maestría Interinstitucional en Agricultura Protegida.
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