Integrantes de la Cooperativa de Salineros de Colima, acompañados por agricultores del municipio, realizaron una caminata que partió del punto conocido como La Tortuga, en la carretera hacia El Paraíso, hasta la cabecera municipal de Armería, como un acto de identidad comunitaria y de defensa del territorio donde operan las históricas Salinas de Cuyutlán.
Durante el recorrido, las y los participantes subrayaron la importancia social y económica de esta actividad, que ha dado sustento a familias de la región por generaciones. A través de pancartas y mensajes, pidieron a las autoridades estatales y federales que se garantice la protección del ecosistema y se eviten decisiones que puedan vulnerar la productividad o estabilidad de las comunidades que dependen de las salinas.
Ricardo Ávalos González, secretario de Vigilancia de la cooperativa, recordó que las Salinas generan empleo directo e indirecto para más de 600 personas en temporada de zafra, además de los 192 socios activos. Añadió que propuestas como el llamado puerto seco han generado incertidumbre entre los trabajadores del sector.
“Las Salinas son tradición, historia y sustento. Pedimos a las autoridades que respeten el entorno natural y que no se tome ninguna decisión que afecte a la gente que trabaja aquí desde hace generaciones”, sostuvo.
Los agricultores que se sumaron coincidieron en que cualquier proyecto de desarrollo debe considerar el impacto ambiental y social en las zonas rurales, donde la economía depende directamente del uso responsable de los recursos naturales.
La Cooperativa de Salineros recordó que el próximo 25 de enero celebrará 100 años de existencia, mientras que la actividad salinera en la región supera los 5 siglos de historia, convirtiéndose en uno de los patrimonios productivos y culturales más antiguos del estado.

