Salario mínimo 2024
Por Alejandro Bernal Astorga
La Ley Federal del Trabajo establece en su artículo 90 que el salario mínimo es la cantidad mínima que debe recibir en efectivo la persona trabajadora por los servicios prestados en una jornada de trabajo.
A pesar de que la ley establece que deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de una o un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y además proveer la educación obligatoria de las y los hijos, es evidente que es insuficiente.
Resulta positivo que, en el seno de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, las representaciones del sector patronal, de los trabajadores y del gobierno acordaran por unanimidad aumentar en un 20% el salario mínimo, a partir del 1 de enero de 2024.
El incremento al salario mínimo fue inferior a la demanda inicial de los sindicatos del 25%, pero fue superior al 12.8% propuesto por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Con ello, el salario mínimo general en la zona libre de la frontera norte (conformada por 40 municipios de los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas) pasará de 312.41 pesos diarios a 375 pesos, equivalentes a 11,250 pesos mensuales (desde el año 2019, el aumento es mayor en esta zona, dada la intensa relación comercial con los estados del sur de EUA e incluye la homologación de los precios de los energéticos), mientras que en el resto del país pasará de 207.44 a 249 pesos diarios (7,470 pesos mensuales).
El aumento de los salarios mínimos generales se integra a partir del salario mínimo vigente en 2023, más la suma de un Monto Independiente de Recuperación (MIR) de 41.26 pesos para la zona libre fronteriza y de 27.40 pesos para el resto del país y un incremento por fijación de 6%. Cabe mencionar que la MIR no debe servir ni en términos absolutos ni de manera proporcional, de referente para determinar los incrementos de los salarios mínimos profesionales, contractuales o de cualquier otro salario vigente en el mercado laboral.
Sin duda, este incremento es un paso hacia la recuperación del ingreso y en mucho ha incidido que el salario mínimo deje de ser unidad de medida económica para el pago de obligaciones, pero de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, beneficiará a 4.2 millones de personas que representan solo el 7.3% de la población ocupada en el sector formal.
Cabe mencionar que en el sector informal hay 14.1 millones de personas que también ganan un salario mínimo, sin tener prestaciones y no serán necesariamente beneficiadas por este incremento. A través del tiempo, la transición de la informalidad a la formalidad laboral ha sido una deuda del Estado y de la sociedad con quienes aspiran a tener mejores niveles de vida.
Si bien el aumento en el salario mínimo puede incrementar la inflación (el aumento en el costo de la mano de obra se traslada al precio de venta de los productos o servicios), se asume que el alcance de esta medida es menor y no la disparará significativamente. De hecho, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que, en promedio, la contribución de los salarios mínimos al crecimiento salarial agregado es bastante limitada entre sus países miembros.
De acuerdo con el Banco de México la inflación seguirá descendiendo lentamente y se prevé que para 2024 será del 3.4%, por tanto, el aumento al salario en términos reales será del 16.6%. Cabe mencionar que el incremento anual de los salarios mínimos nunca estará por debajo de la inflación registrada durante el periodo de su vigencia transcurrido.
Sería deseable que en la concepción del salario mínimo se considerara el concepto de productividad para estimular la eficiencia y que su incremento se reflejara en un aumento de la producción de bienes o servicios para hacerlo sostenible.
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