Por Narda Isabel Quezada García
Desde el cielo, una hermosa mañana,
desde el cielo, una hermosa mañana, la Guadalupana, la Guadalupana,
la Guadalupana bajó al Tepeyac.
Inicio con una estrofa del “himno Guadalupano”, alguna vez lo has escuchado o has cantado al menos una estrofa, porque es muy larga; sí te interesa, he aquí el link. Soy creyente, soy hija de la Virgen de Guadalupe, la morenita del Tepeyac, al igual que muchos de ustedes. Por si no estaban enterados/as; estamos a casi 500 años de conmemorar la aparición de la Virgen de Guadalupe, y continúa la fe en los mexicanos.
Me atrevo a señalar que de acuerdo con datos del Censo 2020, en México hay 90 millones 224 mil 559 católicos. De 2010 a 2020 se registra menor porcentaje de fieles (pasó de 82.7 a 77.7%). Ahora que siendo más fríos; creyentes o no en ella, o en el milagro de sus apariciones en el año de 1531, en cualquier parte del mundo “nos identifican gracias a ella”, ella es nuestra madre y cuidado con alguien hable mal de ella.
El culto guadalupano es parte de la identidad de nosotros, los mexicanos y ha estado presente incluso en los movimientos sociales más importantes como la Independencia y la Revolución Mexicana. En 8 años se cumplirán 500 de la tradición que asegura que en diciembre se le apareció la Virgen de Guadalupe a Juan Diego en la colina del Tepeyac. La “morenita” ha estado en la vida del país por casi medio milenio y nada indica que pueda desaparecer, asevera el académico, Miguel Ángel Cerón Ruiz.
Yo no sabía, pero me acabo de dar cuenta; que, aunque probablemente signifique que hay también un desgaste en los creyentes de la Virgen, sí somos una cantidad importante de católicos, que nos asumimos “guadalupanos”, razón por la cual sigue siendo una imagen con millones de devotos, y posiblemente hay algo de lo que usted no estaba enterado; la Basílica de la Virgen de Guadalupe es el segundo recinto católico más visitado del mundo, sólo después de la Basílica de San Pedro, en Roma.
El tejido del ayate o tilma no debió significar nada para la mentalidad española de la época, pero fue algo diferente, ubicándonos en los ojos indígenas; para nosotros una parte del vestido es de una persona trabajadora.
“El rostro de la Virgen es el de una jovencita, apenas saliendo de la adolescencia, que no era de india, ni de española, pero sí de una mestiza mexicana”. El color de su piel es ligeramente moreno.
A través de los siglos, la Virgen no solo ha sido objeto de devoción para los fieles católicos. Su imagen también ha sido usada para motivar soldados a ir a la guerra o ganar seguidores en batallas políticas. Esto es lo que quizá no sabías sobre la Virgen más amada y conocida de México.
Cuando estaba en el vientre de mi madre, ella le pidió a la virgen que yo naciera bien y le prometió llevarme hasta la Ciudad de México a presentarme ante ella. Fue así, era una niña y desde entonces siempre fiel y amorosa ante ella, que siempre está al pendiente mío y cada vez que puedo y necesito de su ayuda o consejo acudo ante ella.
En mi niñez, mi mamá me vestía de indita para acudir a algunos rosarios y ya después en mi etapa de adulta, me puse el vestido de india con mucho amor y fervor. Seguramente se vistieron o ayudaron a vestir alguno de sus hijos, sobrinos o nietos. Aquí una pequeña imagen de la virgen. Yo la defiendo ante toda aquella persona que le quisiera hacer algo, insultarle, burlarse o más ¿y tú harías lo mismo por ella?
REFERENCIAS:
De unknown (1531 presented by Juan Diego) – Nueva Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=30578416
HIMNO GUADALUPANO (LA GUADALUPANA) – Canciones Religiosas – LETRAS.COM
La Virgen de Guadalupe, parte de la identidad de los mexicanos – Gaceta UNAM
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