En la Universidad de Colima, donde el conocimiento se encuentra en constante flujo, la ciencia es nuestro alimento; la pertinencia, un principio; y la innovación es diaria, encontrar la felicidad en nuestras labores es más que una meta, es una necesidad imperante para el bienestar colectivo y el desarrollo integral de nuestra comunidad.
La felicidad en el trabajo no es un concepto utópico ni lejano. Es el resultado de un ambiente donde el respeto, colaboración y reconocimiento a la diversidad de talentos y esfuerzos se valoran y fomentan. En nuestra institución, esa búsqueda de satisfacción y plenitud en las responsabilidades diarias es un reflejo de nuestro compromiso no solo con la educación superior, pública, de calidad, sino también con la creación de un espacio donde cada miembro se sienta valorado, escuchado y motivado.
En nuestro caso, ser feliz en el trabajo significa sentirse parte de algo más grande, muy grande; saber que nuestras contribuciones diarias tienen un impacto significativo en la vida de las y los estudiantes y en el progreso de nuestra sociedad.
En la Universidad de Colima, cada tarea realizada, por más pequeña que parezca, es un eslabón crucial en la cadena del éxito colectivo. Es el engranaje que contribuye a que la maquinaria universitaria funcione. Desde el personal de servicios generales, administrativos, docentes y funcionarios, hasta directivos, pasando por las y los estudiantes, todas y todos jugamos un papel fundamental en ese ecosistema de conocimiento y crecimiento.
Promover la felicidad en el trabajo implica también enfrentar y superar desafíos; significa trabajar en un ambiente donde el diálogo, la apertura a nuevas ideas y la capacidad de adaptación sean la norma, no la excepción. Es esencial fomentar una cultura de bienestar que incluya el equilibrio entre la vida laboral y personal, oportunidades de desarrollo profesional y un entorno seguro y saludable para todos.
En nuestra Universidad de Colima, la felicidad es también sinónimo de pasión. Pasión por enseñar, por aprender, por investigar y por contribuir a una sociedad más justa, equitativa y sostenible. Esa pasión es lo que nos impulsa a buscar constantemente la excelencia, a no conformarnos con lo ordinario y a aspirar siempre a lo extraordinario. ¡Seamos felices todos los días!