Vie. Sep 20th, 2024

COLUMNA: Socializando Datos

Por Redacción Mar13,2024 #Opinión

¿Por qué?

Por Balvanero Balderrama García

balvanero@gmail.com / @Balvanero.B

Una pregunta recurrente es ¿por qué?

Ante distintas realidades- sufridas, observadas o conocidas-, es una de las primeras frases que surgen de manera, podríamos decir, natural.

En ese cuestionamiento está la naturaleza del ser humano: conocer, indagar, buscar respuestas a través de formularse preguntas.

Desde situaciones de índole personal, familiar, hasta fenómenos sociales, el por qué resuena, en diferente volumen, intensidad y también desde cierta postura.

Las desigualdades, por ejemplo, son objeto de esta mirada que busca respuestas: pobreza, inequidad o discriminación, por citar algunas.

Algunos cuestionamientos buscan consuelo, otros, entender para proponer soluciones; unos más, justicia; otros, son solo susurros perdidos en la inmensidad de la indiferencia y el más absoluto olvido, incluso menosprecio.

No es lo mismo vivir el asesinato de una persona cercana o su desaparición, que saber que en el país asesinaron a 3,928 mujeres (INEGI, 2022). La pregunta es la misma, pero las circunstancias muy distintas.

La vulneración de los derechos humanos es cosa de todos los días. Por diferentes personas e instituciones, son ignorados de manera flagrante o no respetados dolosa e intencionalmente.

Esta pregunta ha resonado de manera incesante, en todos los espacios, en Colima -y más allá- en los días recientes.

¿Por qué lanzar gas lacrimógeno a las mujeres? No hay justificación que lo valga.

Ante este hecho hay histórica y congruentemente, cuestionamientos genuinos y otros coyunturalmente intencionados, pero todos válidos ante los hechos.

Ante denuncias de diferentes tópicos hay que creerle a quienes podemos considerar en condición de vulnerabilidad: niñas, niños, jóvenes, estudiantes, mujeres, personas adultas mayores, indígenas (la lista es, desafortunadamente, amplia).

¿Garantiza el que las instituciones respeten los Derechos Humanos la ausencia de críticas o cuestionamientos? Ciertamente no. Siempre hay voces en desacuerdo -o acuerdo- con todas las posibilidades de respuesta ante las circunstancias.

Pero son, precisamente las instituciones, garantes de esos derechos y su deber es darlos a conocer, respetarlos y hacerlos respetar. Desde mi particular punto de vista, ahí no hay yerro. Lo demás, es lo de menos.

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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