• Dom. May 5th, 2024

COLUMNA: Ciencia y Futuro

PorRedacción

Abr 24, 2024 #Opinión

Triclosán, ¿Qué tanto es tantito?

Por Doctora Silvia G. Ceballos M.*

A lo largo de la historia, la relación del ser humano con la naturaleza ha cambiado significativamente y hemos llegado al punto de alterar la composición de los ecosistemas para sostener nuestro estilo de vida, el cual depende en gran medida de productos derivados de la industria petroquímica. Esta dependencia ha dado lugar a la proliferación de una amplia gama de compuestos, que se utilizan en productos de cuidado personal, estilo de vida, fármacos, productos industriales, plaguicidas y, más recientemente, microplásticos. Estos compuestos, conocidos como contaminantes emergentes, pueden encontrarse en el agua, el aire y el suelo, y eventualmente pueden ingresar a la cadena alimentaria. Aunque se encuentren en concentraciones pequeñas, es posible cuantificar su presencia en el medio ambiente.

La ruta principal de entrada de este compuesto al ambiente es en descargas en los ecosistemas acuáticos provenientes de aguas residuales domésticas o de plantas de tratamiento de aguas residuales, contaminando el ambiente circundante. Aunque las bacterias pueden degradar algunos de estos compuestos, debido a su intensivo uso en nuestro estilo de vida, siempre se pueden encontrar a concentraciones bajas. Tal es el caso del triclosán, que, aunque se ha encontrado en bajas concentraciones, su vertido continuo al medio ambiente a través de diversas fuentes ha suscitado una gran preocupación por los efectos que puede generar sobre la biota. Los estudios de los efectos a largo plazo van desde alteraciones endocrinas, que consisten en imitar la acción de una hormona natural, bloquear los receptores hormonales de las células o afectar la producción, transporte, metabolismo o eliminación de hormonas naturales, aun a concentraciones bajas.

El triclosán es un agente antibacteriano que se ha utilizado durante los últimos 30 años como conservante o antiséptico en una amplia variedad de productos, como jabones, espumas de afeitar, champús, detergentes, cosméticos, juguetes, desodorantes, lociones, cremas corporales, entre otros. También se utiliza en productos textiles y alfombras. Su producción el año pasado fue de 1,500 toneladas. Actualmente, el triclosán es considerado un contaminante emergente, pero además existe preocupación por los efectos que puede tener a la salud humana.

Es importante cuantificar el triclosán en pasta de dientes por varias razones:

Seguridad: El triclosán es un disruptor endócrino con efectos potenciales sobre la glándula tiroidea, la reproducción y el desarrollo. Algunos estudios han vinculado la exposición al triclosán con problemas de salud, aunque no se ha demostrado una relación causal. Por lo tanto, es importante cuantificar y controlar la exposición para garantizar su seguridad.

Eficacia: Aunque el triclosán es un antibacteriano efectivo, no se ha demostrado que sea más seguro y eficaz que otros métodos de limpieza bucal, como el lavado con jabón común y agua corriente. Algunos estudios han mostrado que las pastas de dientes sin triclosán pueden ser igualmente efectivas en la prevención de caries y la enfermedad de las encías.

Regulación: El triclosán está restringido en algunos países, como en Argentina, que prohibió su uso en jabones líquidos, jabones en barra, espumas, geles y otros productos de aplicación en manos y cuerpo. La Unión Europea también restringe su uso en productos de higiene personal y alimentos, permitiendo una concentración máxima del 0.3% en pastas de dientes, enjuagues bucales, maquillaje y desodorantes.
En resumen, cuantificar el triclosán en pasta de dientes es importante para garantizar su seguridad, evaluar su eficacia y cumplir con las regulaciones internacionales.
El artículo titulado “Desarrollo de un método mediante Cromatografía de Líquidos de Alta Eficiencia acoplado a un detector de arreglo de diodos (HPLC-DAD) y su validación para la cuantificación de triclosán en pasta de dientes” fue realizado por profesores y estudiantes del Doctorado en Química de la Universidad de Colima, como parte de la materia donde el producto final fue un artículo. El objetivo de este estudio fue crear un método para medir la cantidad de triclosán en pasta de dientes. Para hacer esto, se probaron diferentes tipos de columnas y sistemas de elución para separar los componentes de la pasta de dientes. También se utilizó una técnica de diseño de experimentos para encontrar las condiciones ideales para preparar las muestras. Después de varios experimentos, se encontró que el mejor método era extraer el triclosán con metanol y posteriormente se analizó usando una columna C18 a 30 °C, con una velocidad de flujo de 0.6 mL/min y detectando a una longitud de onda de 225 nm.

Este método fue validado y se determinó que era rápido, económico, lineal, sensible, preciso y robusto. Además, se aplicó a otro tipo de productos de cuidado personal como talcos y cremas que se les añade triclosán obteniendo buenos resultados. En conclusión, este método se puede utilizar para cuantificar triclosán en productos de cuidado personal con fines de monitoreo y control de calidad de productos que se encuentran en el mercado.  


Para más información puede consultar el siguiente enlace:

https://doi.org/10.15741/revbio.10.e1410

*Profesora investigadora de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

Autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *