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COLUMNA: Ciencia y Futuro

PorRedacción

May 8, 2024 #Opinión

La Lengua de Señas Mexicana como base para la enseñanza del español escrito

Por Silvia Fajardo Flores*

La mayoría de las personas oyentes nacidas en México adquirimos nuestra primera lengua a través de nuestra madre y padre y de las personas con quienes convivimos en nuestros primeros años de vida. La adquisición de nuestra primera lengua de manera innata nos permitió desde edad temprana comunicarnos con otras personas y expresar nuestros pensamientos y necesidades.

Por increíble que parezca, en nuestro país el acceso a una primera lengua es limitado para las personas sordas. En el 95% de los casos, los niños y las niñas sordas nacen en familias de oyentes, por lo cual no pueden adquirir la lengua oral de sus padres. A partir de allí, depende del padre y la madre oyentes el acercamiento de su hijo o hija a comunidades de personas sordas para que se adquiera la Lengua de Señas Mexicana (LSM), de manera que el niño o la niña aprenda a comunicarse y construya su identidad. La LSM es reconocida oficialmente como una lengua nacional, tan rica y compleja lingüísticamente como cualquier lengua oral, y forma parte del patrimonio lingüístico de nuestro país, al igual que el español y las lenguas indígenas.

Aprender la LSM es un derecho de los niños y de las niñas sordas en México. Injustamente, es objeto de prejuicios lingüísticos, ya que es considerada por muchas personas, incluyendo a familiares de muchos niños y niñas sordas, como un conjunto informal de gestos para representar palabras o expresiones de las lenguas orales. Lo anterior, aunado al estigma de la discapacidad, ha provocado que, en muchas familias de oyentes con hijos o hijas sordas, se prefiera la oralización y la terapia de lenguaje sobre la adquisición de la LSM. La falta de acceso a una lengua natural adecuada a las capacidades perceptivas de las personas sordas en sus primeros años de vida se conoce como privación lingüística, y puede tener consecuencias en la cognición, las habilidades socio-emocionales y la salud mental.

Leer y escribir en una lengua son procesos distintos a hablarla. Las personas hablantes de lenguas orales primeramente adquirimos la lengua, y después aprendemos a leerla y escribirla en la escuela, lo que nos abre las puertas al conocimiento a través de la palabra escrita. Leer y escribir en español para las y los estudiantes sordos, significa leer y escribir en una segunda lengua, la cual es necesaria aprender a partir de la LSM, de manera similar en que los oyentes aprendemos el inglés o el ruso a partir del español.

En México, la enseñanza del español a los niños y a las niñas sordas se realiza a través de los servicios de Educación Especial de la Secretaría de Educación, ya sea en los Centros de Atención Múltiple (CAM) o en escuelas regulares con apoyo de las unidades de servicios de apoyo a la educación regular (USAER). En un estudio sobre la enseñanza de español a niños y niñas sordas en las secretarías de Educación de los estados de Colima, Puebla y Veracruz, se encontró que:

En la escuela se les enseña español con el método global, igual que a los oyentes, cuya primera lengua es el español.

No todos los docentes de educación especial son competentes en LSM.

La enseñanza del español no se realiza de manera sistemática como una segunda lengua, sino que se centra en el aprendizaje de vocabulario y en aspectos gramaticales básicos.

El material didáctico que se utiliza actualmente en la escuela oficial no está enfocado en las necesidades de los niños y de las niñas sordas.

En pocas escuelas hay modelos lingüísticos sordos (MLS), que son personas sordas modelos de lengua y cultura para los niños y las niñas sordas y representan para los niños y las niñas sordas la oportunidad de adquirir y practicar la LSM. En Colima, la proporción actual de MLS por niño o niña sorda es de aproximadamente 50% a comparación de Puebla, estado que no cuenta con MLS y de Veracruz cuyos MLS atienden a las y a los estudiantes de manera itinerante.

Lo anterior, entre otros aspectos, ha provocado que las habilidades de lectura y escritura del español en la población estudiantil sorda sean muy pobres.

El proyecto PRONAII-PRONACES de lectoescritura para la inclusión “Fomento de la lectoescritura en estudiantes sordos(as) de nivel básico en escuelas especiales y regulares a través del uso de recursos didácticos interactivos con un enfoque bilingüe-bicultural”, tiene por objetivo mejorar las habilidades de lectoescritura en alumnos y alumnas sordas. El trabajo desarrollado está basado en la enseñanza sistematizada del español como segunda lengua a partir de la LSM como primera lengua, de acuerdo al enfoque nociofuncional, utilizando los niveles de competencia de segundas lenguas del Marco Común Europeo de Referencia de lenguas (MCER). Las actividades y resultados principales se encuentran en la página de divulgación del proyecto. Los eventos, cursos y otros contenidos bilingües relacionados con el proyecto, están disponibles en el Canal de YouTube Actividades Bilingües para Sordos (ACTIBISOR).

*Profesora-Investigadora de la Universidad de Colima adscrita a la Facultad de Telemática y profesora de la Maestría en Tecnologías de Internet.

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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