Hoy, 2 de junio, México y nuestro querido estado de Colima se encuentran en un momento crucial. Las elecciones representan uno de los pilares fundamentales de nuestra democracia y es el día en el que todas y todos los ciudadanos tenemos el poder de influir en el futuro de nuestra comunidad, estado y país. Sin embargo, año tras año, nos enfrentamos a una preocupante realidad: el abstencionismo, especialmente entre las y los jóvenes.
El abstencionismo es un enemigo silencioso de la democracia. Cuando elegimos no participar, estamos permitiendo que otros decidan por nosotros, que determinen el rumbo de nuestras políticas públicas y, en última instancia, que definan el destino de nuestras vidas y las de nuestras familias.
En Colima, esa problemática se acentúa entre la población joven, quienes, irónicamente, son los más afectados por las decisiones que se toman hoy. Es fundamental recordar que votar es mucho más que una obligación cívica; es un derecho por el cual muchos lucharon arduamente. La historia de nuestro país está marcada por batallas por la libertad y la justicia, y el sufragio es la culminación de esos esfuerzos.
Cada voto cuenta y tiene el poder de transformar. Cuando dejamos de lado nuestra responsabilidad de votar, menospreciamos esos esfuerzos y debilitamos la voz de la ciudadanía. La juventud colimense tiene en sus manos la oportunidad de ser el motor de cambio que nuestra sociedad necesita.
Como universitarios, como miembros de una comunidad académica que valora el conocimiento, la justicia y la equidad, debemos ser los primeros en cumplir con nuestro deber cívico. No podemos permitir que la apatía o el desencanto nos inmovilicen. La participación activa en la vida democrática es un reflejo de nuestra conciencia y compromiso con el entorno que nos rodea.
Hoy, más que nunca, Colima necesita de su juventud. Cada joven que decide votar está contribuyendo a moldear un futuro mejor, uno que responda a las verdaderas necesidades de la población. No dejemos que otros tomen decisiones por nosotros. Salgamos y ejerzamos nuestro derecho con responsabilidad y orgullo.
