Por Vanessa Ugarte García*
La IA (inteligencia artificial) se va convirtiendo en una herramienta valiosa para mejorar la enseñanza y el aprendizaje. Pero, antes de profundizar, conozcamos qué involucra realmente: la capacidad algorítmica de las máquinas, aprender de los datos y utilizar lo aprendido en la toma de decisiones, muchas veces superiores a las del ser humano. Sin embargo, a diferencia de las personas, los dispositivos basados en IA nunca descansan y trabajan grandes volúmenes de información a la vez.
En la actualidad, existen problemas educativos que pueden abordarse mediante la IA, como dificultades en la comprensión de conceptos, despersonalización en la enseñanza, falta de recursos educativos o evaluación. Y puede constituirse en herramienta valiosa que mejore la educación al abordar las complicaciones actuales y proporcione soluciones personalizadas para cada estudiante, pero existen desafíos que incluyen al acceso a los datos, pues necesita cantidades amplias para aprender e incrementar su desempeño.
En la educación en apariencia quizá sea difícil la reunión de suficientes datos para entrenar a una IA, pero, ¿cuáles desafíos y oportunidades plantea el uso de estos algoritmos inteligentes y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)? Como respuesta al cuestionamiento y de acuerdo con Carina González (2023), esto no proporciona explicaciones claras sobre cómo llegó a sus conclusiones, lo cual dificulta la comprensión del alumnado y la confianza en los resultados.
También encontramos resistencia al cambio en muchos educadores y estudiantes renuentes a la adopción de las TIC en el aula, impedimento para su implementación. Como oportunidades, la IA potencia las necesidades de cada alumno, retroalimenta el desempeño académico y ofrece nuevas formas de enseñar, como simulaciones interactivas y tutoriales personalizados, más efectivos que los métodos tradicionales. Lo anterior quizá incremente significativamente el rendimiento escolar.
Sin embargo, el uso inapropiado de aplicaciones como ChatGPT tiene riesgos, como la desinformación y sesgos debido a sus datos de entrenamiento en el que permite que aprendan patrones y realicen predicciones o clasificaciones, a veces inexactas e incompletas. Asimismo, genera una dependencia excesiva como asistentes de las tareas del alumnado tanto para resolver problemas como afectar al desarrollo de competencias y habilidades clave, como el pensamiento crítico y la creatividad, además de entorpecer la comprensión, dado que el sistema responde de forma superficial y, en ocasiones, carece del contexto necesario, y sus resultados son incorrectos.
El plagio es el grave inconveniente asociado y el que más intranquiliza al profesorado. Juca Maldonado (2023) afirma que es difícil detectar un trabajo elaborado con IA, tanto si lo revisa una persona experta en el tema o plataformas anti plagio. En estos casos, los docentes deben adoptar varias medidas para adaptarse a su uso en la educación.
Por otro lado, la personalización del aprendizaje es una de las áreas más destacadas de la investigación en IA en educación, ya que se adapta el contenido de aprendizaje a las necesidades y características de cada estudiante. La evaluación automatizada también es una técnica valiosa, que puede ahorrar tiempo y mejorar la objetividad de las evaluaciones. Se utiliza para la tutoría inteligente, donde se modela el conocimiento del estudiante y emplean agentes virtuales inteligentes para retroalimentación y apoyo. Además, se destina para la detección temprana de problemas de aprendizaje, lo que ayuda a identificar y abordar los problemas antes de que se conviertan en obstáculos para la formación.
Como tendencias en IA, se analiza el aprendizaje profundo y la inteligencia artificial generativa y su aplicación en el ámbito educativo. El aprendizaje profundo se utiliza para reconocimiento de voz y texto, identificación de patrones de aprendizaje, asistencia en la evaluación y detección de plagio, entre otros. De este modo, la inteligencia artificial generativa se enfoca en crear sistemas para contenidos de imágenes, música, texto y otros tipos de datos.
La inteligencia artificial generativa tiene otras aplicaciones, como la creación de contenido y chatbots didácticos, ayuda para la escritura y adaptación del aprendizaje a las necesidades de cada estudiante. Ambas ramas de la inteligencia artificial serán de gran beneficio para mejorar y personalizar el aprendizaje y la enseñanza. Junto a su aplicación para crear juegos y visualizaciones interactivas que ayuden a los estudiantes a comprender mejor conceptos abstractos.
La IA tiene, entonces, el potencial de mejorar el aprendizaje al proporcionar nuevas formas de enseñanza personalizada y retroalimentación inmediata para el estudiante. Sin embargo, la falta de datos adecuados, la resistencia al cambio y la falta de interpretabilidad son algunos de los desafíos que deben superarse para lograr una adopción efectiva en la formación. Además, de que sea más asequible e inclusiva.
Si se abordan con sensatez los retos y aprovechan las coyunturas, revolucionará las formas en que se enseña y se aprende tradicionalmente. No reemplaza a los docentes, pero es una herramienta que complementa el proceso de enseñanza y mejora el aprendizaje del alumnado.
Es fundamental, en síntesis, que el profesorado enseñe a los estudiantes a utilizar la IA de manera ética y responsable, incorporen en el aula para innovar la educación, fomenten la creatividad y el pensamiento crítico, promuevan el trabajo en equipo y se mantengan actualizados sobre las últimas tecnologías. Asimismo, no se pueden detener los adelantos tecnológicos y el cambio que estos producen en la vida de las personas y las distintas áreas de las ciencias o actividades que afectan o modifican, solo queda evolucionar, adaptarse a los cambios y replantearse los métodos en que se educa y aprende.
*Texto elaborado y revisado en el Taller de escritura organizado por Juan Carlos Yáñez Velazco e impartido por Rubén Carrillo Ruiz a estudiantes de la licenciatura en Pedagogía de la Universidad de Colima.
Fuentes:
Carina S. González-González. (2023). EL IMPACTO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA EDUCACIÓN: TRANSFORMACIÓN DE LA FORMA DE ENSEÑAR Y DE APRENDER. Departamento de Ingeniería Informática y de Sistemas Universidad de La Laguna., pp. 51-60. https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/32719/Q_36_%20%282023%29_03.pdf?sequen
Rouhiainen, L. (2018). Inteligencia artificial. Madrid: Alienta Editorial, 20-21.https://planetadelibrosec0.cdnstatics.com/libros_contenido_extra/40/39308_Inteligencia_artificial.pdf
Juca-Maldonado, F., (2023). EL IMPACTO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LOS TRABAJOS ACADÉMICOS Y DE INVESTIGACIÓN. Revista Metropolitana de Ciencias Aplicadas, 6(Esp1), 289-296. https://www.redalyc.org/pdf/7217/721778121031.pdf
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