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COLUMNA: Ciencia y Futuro

PorRedacción

Sep 14, 2023 #Opinión

¡Viscosos pero sabrosos! Insectos, ¿la comida del futuro?

Por Dr. Jesús Enrique Castrejón Antonio* 

Hace ya casi 20 años que se estrenó una de las películas más icónicas del cine infantil, aquella en donde un joven león reclamaba su lugar como rey de la sabana y misma en la que una suricata y un jabalí nos enseñaban que los insectos eran ¡viscosos…pero sabrosos! 

Es normal pensar que para una gran cantidad de animales es común alimentarse de insectos, sin embargo, estos también han estado presentes en la conducta alimentaria de los seres humanos. Nuestros antepasados prehistóricos ya usaban herramientas para capturar termitas y múltiples civilizaciones antiguas han dejado evidencia del consumo de escarabajos, saltamontes y chinches, entre otros. 

Cerca de 120 países en los 4 continentes consumen insectos, destacándose de manera importante América Latina, incluyendo México, en donde se tiene registro de más de 500 especies de insectos aptas para su consumo humano; desde los ya conocidos chapulines, hasta los alacranes (populares en el estado de Durango), costumbres de una rica tradición prehispánica que ha prevalecido y que se ha favorecido por las nuevas corrientes gastronómicas que buscan la experiencia de lo “exótico”. 

Tan de moda se ha vuelto, que en abril de este año, se llevó a cabo el festival “Bichópolis” en la colonia Roma de la Ciudad de México, en donde hubo más de 100 expositores de platillos regionales como tacos, tlayudas, gorditas, sopes y mixiotes enriquecidos con chapulines, alacranes, arañas, hormigas, escarabajos, jumiles, langostas, larvas, grillos, chinches, orugas, gusanos de maguey, cucarachas, escamoles y consumo de crustáceos como los acociles. 

Aunque actualmente, para muchos, el consumo de insectos representa una mera experiencia, es probable que se vuelva más habitual de lo que es en estos momentos, por su alto contenido proteico y también producto de la concientización de los efectos negativos derivados de las cadenas productoras de alimentos de origen animal, como el uso de la bovina, que ocasionan al medio ambiente: deforestación, generación de gases invernadero, erosión de suelo y un largo etc. Razón por la cual, organismos internacionales han señalado que es importante generar y poner en práctica alternativas alimentarias viables para la cada vez más creciente, población humana. 

Los insectos presentan múltiples ventajas como alimento. Dependiendo de la especie y de la etapa de desarrollo, son una fuente rica de proteínas, vitaminas, minerales, ácidos grasos insaturados y colesterol, todos, elementos indispensables para una óptima nutrición y cuyo contenido es equiparable al de la soya y a la carne de res, pollo o pescado. Además, a diferencia de animales como las vacas, los insectos son más efectivos en la conversión alimenticia, esto es, por cada 2 kilos de alimento consumido, pueden generar 1 kilo de masa de insecto, mientras que las vacas requieren de 8 kilos de alimentos para ganar ese mismo kilo de masa. 

Adicionalmente, la emisión de gases invernadero y el consumo de agua, es por mucho, menor en los insectos que con el ganado. Ni hablar de que son más fáciles de criar, pues no requieren amplias extensiones de tierra como en la ganadería convencional. Finalmente, su dieta puede estar basada en desechos de la industria alimentaria, lo que favorecería en la reducción de materia orgánica. 

Actualmente, sobre todo en países europeos, se tiene una vasta experiencia en la tecnificación para la cría y procesamiento de diversos insectos a nivel industrial con la finalidad de producir harinas y aceites que sirven como suplemento para animales como cerdos, peces, pollos y ganado vacuno. En México, existen múltiples empresas que han empezado a explotar el recurso insectil y ponen a la venta harinas de grillos y de larvas de tenebrios (escarabajo) que se promocionan como ingredientes para la producción de otros tipos de alimentos.

En la Universidad de Colima se han desarrollado proyectos enfocados a la explotación alimenticia de los insectos. La Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias en colaboración con la Facultad de Ciencias Químicas han empleado harinas de grillo para la formulación de dietas para camarón, así como galletas y barras energéticas para consumo humano, que esperamos, pronto puedan degustar, ¿se animan?


*Profesor investigador de la Facultad de Ciencias Biologicas y Agropecuarias de la Universidad de Colima 

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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