Estados Unidos denunció que, por segundo día consecutivo, aviones rusos han “acosado” drones de sus fuerzas armadas sobre Siria con maniobras peligrosas que han puesto en peligro la seguridad de esos aparatos.
El Mando Central estadounidense indicó en un comunicado que esta nueva incursión tuvo lugar este jueves (6) a las 09:30 de la mañana, hora local, contra drones MQ-9 de su misión contra el grupo yihadista Estado Islámico.
Los aviones rusos lanzaron bengalas de paracaídas frente a los drones y volaron “peligrosamente cerca” de los mismos.
Una actuación similar se produjo el miércoles a las 10:40 de la mañana (hora local), lo que obligó a los pilotos estadounidenses a realizar “maniobras evasivas”, según el comunicado.
El Mando Central recriminó que ambos sucesos “representan un nuevo ejemplo de acciones poco profesionales e inseguras por parte de las fuerzas aéreas rusas que operan en Siria, que amenazan la seguridad tanto de la coalición como de las fuerzas rusas”.
“Instamos a las fuerzas rusas en Siria a cesar este comportamiento imprudente y a adherirse a los estándares de actuación que se esperan de una fuerza aérea profesional para que podamos centrarnos de nuevo en una derrota duradera de EI”, dijo.
Desde Estados Unidos se subrayó su compromiso de garantizar la seguridad de su personal y sus recursos y recalcó que seguirá trabajando estrechamente con sus socios y aliados para abordar lo sucedido y evitar una escalada de la tensión en la región.
El portavoz del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder, destacó, en una conferencia de prensa, que el objetivo de Washington en Siria es y seguirá siendo “exclusivamente” derrotar al Estado Islámico, por lo que pidió a las fuerzas rusas “cesar” ese comportamiento y actuar de forma “profesional”.
El pasado marzo, cazas rusos obligaron a Estados Unidos a derribar un dron estadounidense sobre aguas del mar Negro.
Rusia consideró en su día el vuelo de ese dron estadounidense una “provocación”, negó que el caza ruso hubiera colisionado contra él y condecoró a los 2 pilotos implicados en el incidente por haber “impedido la violación de los límites de la zona de restricción temporal del espacio aéreo” establecida por Rusia en torno a Crimea.