La UdeC ante el cambio climático
Por César Barrera Vázquez
En estos aciagos días de calor y de incendios, cuando más se hacen tangibles las secuelas del cambio climático, propiciados por la creciente contaminación, la Universidad de Colima ha dado muestra, una vez más, de su pertinencia y su compromiso para solucionar los temas más urgentes que enfrentamos como sociedad.
La semana pasada, en ese sentido, se realizó por 2 días consecutivos una serie de talleres, exposiciones y conferencias sobre la economía circular, un concepto clave para el desarrollo con una perspectiva de sustentabilidad y que, por sentido común, debería ser adoptado como un modelo insoslayable en todas las áreas de la expresión humana.
Si entendemos que una universidad pública debe estar al servicio de su comunidad, luego entonces la Universidad de Colima da pruebas irrefutables de que su compromiso está con el medio ambiente y con impulsar una visión de desarrollo sustentable.
Por lo tanto, este trabajo de concientizar sobre la importancia del cuidado del medio ambiente, reutilizando los materiales con un fin de preservación ecológico, responde a esta necesidad apremiante de cambiar radicalmente nuestro modelo de desarrollo, cuyas consecuencias directas son la depredación de nuestro entorno natural y sus recursos.
Así, este modelo de economía circular da nociones, estrategias, consejos y guías prácticas para comenzar a transitar hacia un modelo más sustentable de desarrollo, tal y como lo expresan nuestras leyes ya, pues es claro que el cambio climático es una realidad y la estamos sufriendo con la crisis hídrica.
De ahí lo pertinente de estos coloquios y conferencias que ayudan a tener una nueva conceptualización sobre las prácticas, quehaceres y actividades que son inherentes al desarrollo económico, cuyas regulaciones a nivel internacional cada vez tiene una orientación más marcada hacia la sustentabilidad.
Al respecto, el Rector Christian Torres Ortiz ha tenido el acierto no sólo de impulsar estas conferencias, que se han puesto de relieve como nunca en su gestión, sino también permear en el estudiantado la cultura del cuidado del medio ambiente, al hacerlos copartícipes de la siembra de árboles y su cuidado.
Lo anterior aunado a las campañas de reforestación que anualmente impulsa la Universidad de Colima, demuestran el compromiso de nuestra Máxima Casa de Estudios para hacer un profundo cambio de mentalidad, de usos y costumbres más sustentables y amigables con el medio ambiente, acción que llega al estudiante directamente, pero que a través de éste repercute en otros ámbitos de la sociedad, no sólo el universitario.
Luego, es un trabajo que tendrá un impacto trascendental, pues se inculca en las nuevas generaciones de profesionistas una conciencia ecológica, indispensable en estos tiempos de climas extremos y en los que hemos visto, como nunca en la historia, las secuelas de nuestro modelo depredador de recursos naturales, cada vez más insostenible.
Por todo lo anterior, queda acreditado que la pertinencia es un elemento indispensable en una universidad pública. Y nuestra Universidad de Colima constata que no está ajena a estas problemáticas, sino todo lo contrario: es un agente activo de cambio y semillero de mentes que entienden la necesidad urgente de un modelo más sustentable de desarrollo.
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