Por José Luis Negrete Ávalos
El nuevo ciclo escolar 2023-2024 está por comenzar, donde alumnos y alumnas de nivel básico preescolar, primaria, secundaria y preparatoria volverán a las aulas con la intención de avanzar en su educación, de aprovechar al máximo todos aquellos conocimientos y aprendizajes, en un aparente proceso que se da de manera cotidiana, pero este ciclo tendrá un aspecto novedoso al implementar un cambio de estrategia y formación educativa, en cuanto a la llamada “Nueva Escuela Mexicana” (NEM) que el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Educación Pública, pondrá en marcha en todos los niveles.
Como en todos los gobiernos y administraciones, las estrategias y los procesos de formación que se desprenden de las reformas educativas que estos realizan, y que en los últimos años se han presentado, en ellas destacan diversos puntos en los cuales se muestra o señalan las consideraciones en las que se centra cada una, en la búsqueda de un objetivo específico.
“Reforma 2011: se regía por una educación basada en la adquisición de competencias y los estándares de calidad; para la reforma del 2017 se concentra principalmente en el alumno, asegurando su participación y protagonismo; para el caso de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) que sostiene la reforma del 2022, el aprendizaje se desplaza hacia la comunidad”.
En este contexto de cambio y de intento de mejora educativa, la pregunta que aparece es. ¿Es correcto redefinir el aprendizaje individual de los alumnos por los procesos generales y enseñanzas comunes o colectivas?
Esta pregunta permite establecer un espacio donde la reflexión nos lleva al mismo tiempo a los contrastes de las ideas, el enfocar los contenidos a la comunidad, es un tema valido por la oportunidad de crecimiento del contexto donde los alumnos y alumnas se desenvuelven, y el sentido humanista en el mismo objetivo de esta estrategia podría dar dividendos.
Pero, aunque la reforma pueda describir que el individuo seguirá presente en la enseñanza, lo cierto es que el crecimiento individual, los procesos de fortalecimiento de competencias, el deseo de la mejora continua por parte de los docentes, el involucramiento los estudiantes, no solo es importante, es fundamental para no perder la coherencia y la lógica de superación personal, como parte de la comunidad, la sociedad, del país.
Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.